Todas las fotografías ©xiscofuster

La Fotografía Arquitectónica requiere mucha técnica: las verticales del edificio, tanto en exteriores como en interiores, deben verse verticales y, lo más importante, el fotógrafo no puede abstraerse de lo que está fotografiando. Es decir, no puede fotografiar algo que parece una hamburguesa si está dirigiendo su cámara a los ladrillos de un muro y el cemento que los une.
La obligación (profesional) de un fotógrafo especializado en Arquitectura pasa por reflejar una construcción y cómo se ve, cómo se vive en ella, qué puedo hacer en esa casa si me pertenece, si tengo la suerte de vivir en ella.
Una sala grande debe parecerle grande al observador. Un dormitorio minúsculo debe adivinarse minúsculo.
He fotografiado casas y pisos que son muy feos, horrorosos, sin luz en el interior, mal distribuidos, ajenos a la percepción esencial del ser humano necesitado de un lugar cómodo donde vivir. Y es cierto que he tratado de extrujarles la poca belleza que contienen, sin mentir, claro.
Este ejercicio hace que rebusques, que te especialices en pulir hasta dar con la belleza en lugares donde a primera vista no existe. Y eso repercute algunas veces en ejercicios artísticos de gran belleza. No son falsos. No contravienen su naturaleza. Y son bellos.
En realidad, puedes reflejar la belleza de un rayo de sol reflejándose en un parco ladrillo, pero eso sería pura abstracción. Una Fotografía Arquitectónica artística precisa que se vea un elemento arquitectónico y su efecto en las personas que lo observan. Una Fotografía Arquitectónica artística debe sugerir, y esto es muy importante y muy difícil, debe sugerir algo intenso en cada persona que lo ve. Y, esencial, que cada persona pueda ver algo diferente.
En esencia es la definición de Arte, que al observar una obra, surjan sensaciones intensas muy relacionadas con la vida personal de quien la observa.
¿Nos ponemos a trabajar?
Fotografía para Arquitectos. Xisco Fuster
